Adquirir un perro: ¿sí o no? Esta pregunta está en la mente de muchos amantes de los animales. La respuesta espontánea para la mayoría es, por supuesto, ¡sí! Pero no debes actuar precipitadamente. Piensa de antemano: ¿tienes tiempo suficiente para adiestrar al perro y encajará el fiel cuadrúpedo en tu entorno vital? He aquí algunos consejos.
Tener un perro añade un miembro animal a tu familia. Pero, ¿quieren realmente todos los miembros de la familia hacerse amigos del peludo? En última instancia, todos los miembros de dos patas de la casa tendrán que ocuparse del adiestramiento del perro; de lo contrario, te complicarán la vida a ti, a su entorno y a sí mismos.
Aclara de antemano: ¿Quién paseará al amigo animal por la mañana, quién por la noche? ¿Cuándo se dará de comer al perro y cómo? Todas estas son tareas que tienes que afrontar como dueño de un perro. Si tienes otros animales en casa, también debes pensar si estarían contentos de tener un perro en su hogar.
¿Tener un perro? Cuestión de tiempo
Probablemente seas consciente de que tener un perro es una decisión que afectará a muchos años de tu vida. Por supuesto, nadie sabe lo que ocurrirá dentro de diez años, pero la voluntad de cuidar de tu mejor amigo durante mucho tiempo es un requisito previo básico para que amo y perro convivan juntos. Esto empieza con el horario diario.
Recuerda que no debes dejar sola a tu mascota más de unas cuatro horas al día. También necesita salir al exterior con regularidad, y necesita actividad y atención. Esto puede hacerse mediante un adiestramiento especial en un club canino, pero también con un poco de imaginación en casa y en los paseos. Lo importante es que pases tiempo con tu amigo de cuatro patas y estés contento de hacerlo.
Si hay otros animales viviendo en casa, planifica tiempo y atención adicionales para la reunificación. También puede que necesites reorganizar un poco tu casa para que ambos animales tengan suficiente espacio y opciones de retiro.
Conseguir un perro: Ten en cuenta los costes y la edad
Si quieres tener un perro, suele suponer un aumento de los gastos fijos mensuales. Equipamiento del perro, comida, impuestos, seguro, gastos veterinarios. Todos ellos son gastos que se producen con regularidad. Las visitas al veterinario no disminuyen, los perros envejecen y cambian en el proceso.
Cuando el compañero animal siente sus huesos y ya no le gusta pasear, cuando sus sentidos disminuyen, se queda sordo o ciego, se desarrollan dolencias propias de la vejez y el fiel cuadrúpedo acaba por volverse senil, entonces son necesarios cuidados especiales e intensivos. Los perros viejos enriquecen enormemente la vida y son grandes compañeros, pero requieren un cambio en los cuidados. Se lo debes después de tantos años de alegría y amor.
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