Quienes tienen que renunciar a su perro siempre lo hacen con el corazón encogido. El paso de dar a tu mascota en adopción siempre es desgarrador tanto para la persona como para el perro, pero a veces no hay otra salida que la separación. ¿Cuáles son las posibles razones y dónde puedes renunciar a tu perro?
Si tienes que dejar a tu querido perro, debes hacerlo correctamente. Pero, ¿qué significa lo correcto y lo incorrecto en tal caso? En general, se trata de prestar atención a lo que le ocurre al animal y de que el perro sea colocado en un entorno cariñoso. Siempre se trata del bienestar del perro.
Posibles motivos por los que tienes que renunciar al perro
Hay varias razones para separar a una persona de un perro. No siempre es fácil juzgar lo que es comprensible y lo que no. Es importante que sólo se entregue a un perro si no hay otra salida y si el bienestar del animal no puede garantizarse de ninguna otra forma. Una separación suele ser muy difícil para los animales: por un lado, echan de menos a sus antiguos dueños y, por otro, la adaptación a una nueva situación vital puede conllevar mucho estrés. Las posibles razones por las que podrías tener que dejar a tu perro podrían ser
- Cambios familiares: Una separación repentina o el nacimiento de un hijo pueden alterar bastante la vida familiar. En la guía encontrarás consejos para que no sea necesario separarte de tu perro en caso de que haya un nuevo miembro en la familia: \Perros y niños: cómo hacer que funcione.
- Cambios profesionales: Nuevo trabajo, poco tiempo para el perro, quizá más viajes: los cambios profesionales son, por desgracia, una de las principales razones por las que la gente ya no tiene tiempo para sus animales hoy en día.
- Adquisición irreflexiva: Quien adquiere un perro siempre debe considerar este paso cuidadosamente. Por desgracia, en la práctica ocurre una y otra vez que la gente se deja llevar por la compra de un perro y luego se da cuenta en algún momento de que está abrumada por la gran responsabilidad.
- Problemas de comportamiento: El perro muestra un comportamiento problemático, por ejemplo, se vuelve agresivo o incluso muerde. A veces, una enfermedad como la demencia es responsable de la aparición repentina de un comportamiento problemático del perro. Habla primero con el veterinario; si no encuentra nada, consulta a un adiestrador canino o a un terapeuta canino antes de pensar en regalar al perro.
- Problemas económicos: las facturas del veterinario, los gastos de comida, etc. golpean la cuenta bancaria. Por desgracia, muchos propietarios de perros ya no pueden permitirse un amigo de cuatro patas tras perder el trabajo, por ejemplo, así que tienen que dar a su perro en adopción.
- Muerte o enfermedad: Por desgracia, también puede ocurrir que la gente ya no pueda cuidar de sus mascotas y mantenerlas de forma adecuada a su especie porque ellos mismos tienen dolencias físicas o fallecen. En estos casos, normalmente no es posible evitar que el perro sea entregado.
¿Dónde puedo entregar a mi perro?
Si tienes que entregar a tu perro, debes asegurarte de que vaya a un lugar cariñoso donde pueda ser feliz. Algunos lugares posibles son
- Refugios de animales: Los refugios de animales suelen aceptar dinero cuando la gente entrega a sus perros. Los costes de funcionamiento de los refugios son elevados, a pesar de los voluntarios, porque hay que mantener a los perros en un entorno adecuado a su especie. Sin embargo, si no puedes pagar la cuota de entrega, normalmente se puede encontrar una solución de todos modos: la gente no suele abandonar a los dueños de perros necesitados y, sobre todo, a sus perros.
- Organizaciones sin ánimo de lucro: Las organizaciones privadas de bienestar animal se ofrecen a hacerse cargo de los perros entregados en muchos lugares. A continuación, los trabajadores de las protectoras distribuyen a los peludos a hogares de acogida privados y con experiencia. Por desgracia, rara vez pueden trabajar gratis por razones comprensibles, de modo que la cesión también cuesta algo aquí.
- Anuncios en Internet o en el periódico: También puedes anunciarte en Internet o en los periódicos. En este caso, debes proporcionar información sobre la edad, el sexo, la raza, el peso, el tamaño, el tipo y el color del pelaje, así como sobre las vacunas, el adiestramiento, la tenencia anterior y también las preferencias y manías personales del animal: la exhaustividad y la honestidad son aquí lo más importante. Importante: es habitual cobrar una tarifa simbólica para disuadir a los vendedores de perros dudosos. Asegúrate de dedicar tiempo a una reunión detallada con el posible comprador para averiguar si puede ofrecer a tu perro un hogar cariñoso y adecuado a su especie. Si es así, puedes renunciar a la tasa de protección como gesto amable. Consejo: Pregunta si puedes ver el nuevo hogar en persona para hacerte una mejor idea.
- Amigos y familiares: Probablemente, la mejor forma de colocar a tu perro sea dejarlo con amigos o familiares de confianza. De nuevo, asegúrate de educar a los posibles propietarios sobre todas las cosas importantes relativas a tu perro.
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