¿Estás pensando en castrar a tu perro macho? Para tomar una decisión, debes sopesar cuidadosamente los pros y los contras de la intervención.
Antes de decidirte a castrar a tu perro, debes conocer los pros y los contras asociados a la operación. Una intervención quirúrgica siempre conlleva ciertos riesgos, por lo que no debe llevarse a cabo sin considerarla detenidamente.
Castrar a los perros machos: Ventajas
La principal ventaja de castrar a un perro macho es que, tras la operación, se reducen las pautas de comportamiento indeseables del perro controladas por la hormona sexual testosterona. Esto incluye, por ejemplo, la reacción ante las perras en celo. Si un perro ha sido castrado, ya no aúlla ni ladra ni huye cuando una perra está en celo.
El comportamiento agresivo hacia otros machos, motivado por el deseo sexual, también puede cambiar en un perro esterilizado. La reproducción no deseada también queda descartada tras la castración. Como los testículos del perro se extirpan durante la operación, la castración previene el cáncer testicular. La castración también puede reducir el riesgo de enfermedades de la próstata.
¿Cuáles son los argumentos en contra de la castración de un perro macho?
Los propietarios de perros suelen castrar a sus perros machos porque esperan que cambie su comportamiento. Sin embargo, se trata de una idea equivocada. Sólo los comportamientos asociados a la producción de hormonas sexuales pueden cambiar tras la castración. Los errores de adiestramiento no pueden corregirse con la castración: lo único que ayuda es un adiestramiento correcto y constante.
Si esterilizas a tu perro, puede desarrollar un mayor apetito y ser menos activo. Esto puede provocar un aumento de peso. Esto se debe a la falta de hormonas sexuales. Como los perros macho castrados a menudo dejan de ser percibidos como machos por otros perros, esto puede dar lugar a disputas con congéneres de ambos sexos.
Las operaciones siempre entrañan riesgos
Otro argumento contra la castración de un perro macho es la operación en sí. Y es que toda intervención quirúrgica conlleva riesgos: pueden surgir complicaciones tanto durante la anestesia como durante la castración. Sobre todo si el perro tiene enfermedades preexistentes. Existe el riesgo de que se produzcan trastornos en la cicatrización de la herida tras la operación.
Como en la castración de perros macho intervienen muchos factores, no es posible hacer una recomendación general a favor o en contra de la intervención. Los pros y los contras deben considerarse siempre caso por caso y con el asesoramiento de un veterinario.
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