El embarazo es una época emocionante y la anticipación del bebé es grande. Para que tu perro no se sienta inquieto por este cambio en tu vida y en la suya, debes prepararlo para la nueva llegada desde el principio.
Cuando el bebé esté en edad de gatear y empiece a explorar el piso, ya habrá conocido a tu perro. El pequeñín aún no sabrá lo que es esta criatura esponjosa y puede molestar o asustar accidentalmente a tu fiel cuadrúpedo. Tu perro puede reaccionar de un modo peligroso para el bebé. Sin embargo, si preparas bien a tu fiel cuadrúpedo, podrás evitar estas situaciones peligrosas.

Planifica zonas prohibidas para el perro
En cuanto llegue el bebé, tu perro ya no podrá ir a ninguna parte. La habitación de los niños y el dormitorio de los padres deben declararse zonas “prohibidas” para evitar choques entre el bebé y la mascota. Empieza lo antes posible para que sea normal que tu perro sólo pueda estar en determinadas zonas de la casa.
Si, por el contrario, no se lo prohíbes hasta que el bebé ya se haya mudado a su habitación, no lo entenderá. Asociará esta inseguridad con la nueva llegada y esto dificultará una posterior amistad humano-perro.
Sigue yendo a la guardería o a tu habitación y practica actividades cotidianas como cambiar pañales. Concéntrate en estas actividades para que tu compañero animal se acostumbre a que regularmente estás ocupado en las zonas prohibidas y no puedes ocuparte de él en ese momento. Así esperará pacientemente a que termines.


Prepara a tu perro para olores y ruidos
Los olores y sonidos desconocidos de un bebé pueden ser muy inquietantes para los perros, ya que tienen un olfato mucho más fino y un oído más sensible que los humanos.
Puedes utilizar un CD con ruidos de bebé para preparar a tu fiel cuadrúpedo a los sonidos desconocidos. Prepara el cambiador y las cosas del bebé lo antes posible para que tu mascota se familiarice con los olores del talco para bebés, las toallitas húmedas y las cremas para la piel cuando llegue el bebé.


¡El bebé ya está aquí! Sólo paz y tranquilidad
Cuando la mamá y el bebé vuelvan a casa del hospital, debes intentar estar relajada. Compórtate con normalidad y calma para que tu perro se dé cuenta de que todo va bien. El padre o los abuelos pueden entrar con el nuevo miembro de la familia para que la nueva mamá pueda saludar a su amigo animal.
No sostengas al bebé delante de tu fiel cuadrúpedo inmediatamente, sino que trata al recién nacido como algo natural. Tu perro lo aceptará rápidamente como parte de la familia.


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