El pelaje de un perro es el espejo de su alma, y de su salud. Un pelo brillante y bonito es sinónimo de vitalidad; en cambio, un pelaje apagado y de mal aspecto indica que algo va mal y que tu mascota puede estar enferma. Una dieta canina sana, entre otras cosas, es crucial para un pelaje bonito.
Primeramente: puede haber varias razones por las que un perro tenga mal pelaje. Las enfermedades, el exceso de radiación UV y una alimentación inadecuada o la falta de nutrientes son los principales factores. Los cambios en el pelaje también se deben a la edad y a la estación del año.
Proteínas de alta calidad para un pelo brillante y bonito
En principio, tu perro debe alimentarse con una dieta equilibrada de la mejor calidad. Los alimentos precocinados no siempre pueden cumplir estos requisitos, y también pueden cometerse errores al alimentarlo con barritas. Por tanto, en caso de duda, consulta con tu veterinario la elección del alimento adecuado, sobre todo si tu perro tiene el pelo apagado a pesar de los cuidados o parece enfermo en general.
Para dar a tu mascota el brillo que necesita, asegúrate de que recibe suficientes proteínas de alta digestibilidad, como carne de músculo. El pelo del perro está formado en parte por proteínas, es decir, proteínas. Por tanto, es importante incluir proteínas de alta calidad en la comida del perro.
Los aminoácidos y ácidos grasos esenciales garantizan un brillo saludable.
También puedes complementar la dieta de tu perro con ácidos grasos insaturados, aunque en la nutrición humana existe un debate actual sobre los beneficios de las grasas saturadas, los idealmente a través de aceites de alta calidad, como el aceite de pescado o de linaza. El ácido linoleico también puede ser un acelerador del brillo del pelaje. Sin embargo, el aceite sólo debe administrarse con moderación; tu veterinario estará encantado de aconsejarte al respecto.
Las vitaminas, sobre todo las vitaminas A y B, los minerales como el zinc también desempeñan un papel crucial en la calidad del pelaje. Todos los nutrientes deben ingerirse a través de la dieta del perro, ya que el organismo no puede producirlos por sí mismo.
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