¿Las normas de baño sólo se aplican a los humanos? ¡No necesariamente cuando estás de vacaciones con tu perro! Quizá sepas lo que se siente: tu perro ve agua y ya está dentro. Cuando algunos amigos de cuatro patas ven el mar en la playa, apenas pueden contenerse. He aquí algunas normas de baño que tu perro y tú debéis respetar en vacaciones.

Bañarse sólo si está en buena forma física
La regla de baño número uno para las vacaciones en la playa con perro es que tu fiel can sólo debe meterse en el agua si reúne las condiciones de salud necesarias. Por ejemplo, si tu perro tiene una infección febril, enfermedades cutáneas, problemas cardiovasculares o tendencia a la epilepsia, es mejor evitar el baño.
También debes asegurarte de que tu perro no se vuelva demasiado engreído y sobrevalore su propia condición física. Consejo: Como norma general, siempre debes supervisar a tu perro cuando nade: si parece cansado, sácalo. También es importante que nunca dejes que tu perro entre en el agua con un arnés o collar, ¡podría engancharse las patas en la banda mientras nada!

Normas de baño para perros: Evita el estómago lleno
Nadar con el estómago lleno es peligroso. Esto también se aplica a tu perro. Como la sangre se utiliza principalmente para el tracto gastrointestinal después de comer, otras partes del cuerpo pueden quedar insuficientemente abastecidas mientras nada, lo que en el peor de los casos puede provocar ahogamiento.
Otra regla de natación en vacaciones con perros es que debes evitar los choques de temperatura. Si la temperatura exterior es demasiado alta en verano, tu perro debe acostumbrarse primero al agua fría poco a poco para evitar problemas cardiovasculares. Consejo: Deja que tu amigo de cuatro patas entre primero en el agua fría con las patas, luego con las piernas y sólo después lentamente con todo el cuerpo.

Vacaciones con tu perro: cuidado con el agua salada
La siguiente regla de baño para unas vacaciones con perro es que debes dar a tu amigo de cuatro patas suficiente agua potable antes y después de nadar, pues de lo contrario podría beber agua de mar. El alto contenido en sal haría que tu fiel compañero perdiera grandes cantidades de líquido de forma inadvertida.
También es importante que seques bien a tu foca después de nadar, para cubrir las zonas abiertas de la piel con pelaje, y que la saques del sol abrasador de vez en cuando. ¡El peligro de quemaduras solares o incluso de golpes de calor también existe para los perros!
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